¡Implementamos el taller!
Todo comenzó con una máquina recta casera (más modesta que el sofá de mi abuela) y una sublimadora de segunda mano, que probablemente había cosido más que yo. Me apoderé de todos los rincones de mi hogar, y entre puntada y puntada, cortaba tela mientras devoraba mi novela favorita. Ahhh, esos tiempos… (¡de hecho, fue ayer!). Aunque, spoiler alert, pronto todo cambiará.
¿Adivina qué? ¡Ahora estamos construyendo un taller de verdad! Y sí, lo dije, ¡una máquina recta INDUSTRIAL y una sublimadora nueva y brillante! ¡Como una supermáquina de costura futurista! 🚀 Cada pequeño avance es un paso hacia nuestros sueños, y cada caja de hilos, cada rollo de tela, es como un pequeño trozo de nuestra meta lograda. Esas pequeñas victorias están por todas partes.
Y aquí no estamos solos, ¡somos todo un equipo! Desde mi hijo de 6 años, que se encarga de todo lo que tiene que ver con risas y caos, hasta el abuelito de la casa, que siempre tiene una palabra sabia y un consejo para la máquina. Como diría Mary Kay: “Una empresa es tan buena como la gente que trabaja en ella”… ¡y nosotros somos una fábrica de risas y amor!
Trabajar en familia tiene su magia. Cuando el cansancio comienza a hacer mella, de repente alguien grita: “¡break!” y nos lanzamos a una merienda llena de risas, o mejor aún, ¡jugamos un rato! Como si fuera parte del trabajo (¡y lo es!). Mientras cortamos y cosemos, las maratones de series o películas son el soundtrack de nuestra vida laboral. Porque trabajar no solo tiene que ver con el trabajo, sino con encontrar un propósito en cada puntada.
Mis niños aprenden que el trabajo bien hecho trae recompensas, y que esas recompensas pueden ser, ¡nada más y nada menos que unas vacaciones familiares al final del 2024! ¿Y qué mejor premio que eso?
Entre más practicamos, más rápido hacemos las bolsitas (es como si estuviéramos en una competencia de "quién cose más rápido" pero en familia). Y lo mejor de todo, ¡nuestras bolsitas se ven cada vez más profesionales! Gracias a nuestros Clientes VIP (los más geniales del planeta), que nos apoyan siempre, les enviamos bolsitas extras como un pequeño mimo de agradecimiento.
La vida, con todo su caos y diversión, se me hace muy bonita. Y al final de todo esto, quiero terminar con una frase que siempre me recuerda lo afortunada que soy, de Amado Nervo: “Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!” 🌟
Ws 987 720 669 / 992086670




























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